miércoles, 22 de noviembre de 2017

Todo lo contrario.

No sé si es miedo de ti o de lo que puedo llegar a ser contigo.
No sé si son mis tormentas las que todavía no se han apagado
y me hacen temblar
cuando te hablo de mí.
Supongo que tengo hogueras encendidas
y mil causas perdidas
y no sé aceptar que el caos inunda mis días.

Venía la calma y apareces tú,
que me e[r]rizas la piel y me haces sentir
y repensar en mí.
Aparece la calma y viniste tú,
dando la vuelta a mi estabilidad inestable,
siendo cometa y astronauta con alas.

Si apareces
no te vayas sin decir nada,
que eso ya lo hicieron muchos.
Y si tú también tienes miedo de nuestros desequilibrios,
dame la mano y ven conmigo,
descubramos tu selva y mi universo,
seamos libres pero sinceros
y sin peros,
que las excusas están muy de moda.

Si decides quedarte en mis rutinas,
sé hogar y no tengas miedo, que no te juzgo
ni quiero sentirte mío.
Quiero que seamos, así, en plural
y que nos queramos y nos sintamos cerca.
Quiero besos en mis esquinas y cenas improvisadas,
quiero ganas de vernos y noches de revolver la cama.

Quiero que me devuelvas mi inestabilidad estable,
o lo que es lo mismo,
todo lo contrario.

jueves, 8 de octubre de 2015

Ahora dueles.

Ahora dueles y sabes amargo.
He dejado de probarte a ratos,
de morir contigo,
de quererte tanto.

Era demasiado sólo imaginarte.
Demasiado poco.

Ahora dueles y ya no sabes.
Estás lejos, como siempre,
pero como nunca.

Ahora dueles.
Ahora siento.
Ahora, ya no quiero.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Llueves.

Hoy llueve y mis ganas de verte resbalan por la ventana. Intento ocultarlo, pero es inútil. Te echo de menos y no estoy bien sabiendo que mis nubes no son las mismas que las tuyas.
Dejo que caiga la lluvia sobre mi cara, a ver si con un poco de suerte cuando me seque te llegan mis mensajes. Nada. Me recojo, encojo.
Contestas. Tu sonrisa se dilata y me delata frente a la pantalla. Tus preguntas invaden mi cuarto y yo me quedo con ganas de que invadas mi cama y vayamos despacio, comiéndonos, consumiéndonos, respirándonos.
Hoy, no paras de llover.

sábado, 8 de agosto de 2015

Sin título

Está claro que la gente como tú
no sabe de eso de los besos en los versos.
Ni en las aceras cuando llueve.

Está claro que no has perseguido a ningún amor de verano
hasta suicidarte entre sus piernas
recorriendo las playas de cualquier mar olvidado.

No hace falta que justifiques tus idas y venidas,
ni tus más y tus menos. No me importan.

Pero quiero que entiendas
que si yo te busco es para que me des problemas,
aunque no de esos que se clavan en el pecho y dejan huella.

Quiero problemas que podamos solucionar en cualquier parque,
en cualquier parte.
Problemas con tu mirada que sonríe demasiado,
problemas con la cama, que sigue sin revolver.

Joder, revolucionemos nuestro mundo
y démosle a los besos esos versos que se merecen.

Si tú no fueras

Si tú no fueras,
viviría de poesías
y de noches con poetas.

De tardes de té y revolución (inminente).

Pero como eres,
vivo de sonrisas,
de nuestra canción olvidada
y de horas de caricias en tu espalda.

Y es que a mí,
me gustas hasta en ruinas.

Podría permitirme cualquier cosa.
Podría permitirte cualquier cosa,
menos que no supieras volar.
¡Y menos mal que lo haces!
Me volvería loca si no tuviera mi oportunidad.
Mi oportunidad de despertarte,
de arañarte el alma,
de comerte a versos.

Moriría sin ser contigo.
¡Y menos mal que somos!